Australia ha desafiado a científicos en todo el mundo a construir un robot que pueda "reemplazar" a los soldados en las zonas de guerra.
Es por ello que el gobierno ha puesto en marcha un concurso multimillonario para construir una nueva generación de robots militares.
El diseño ganador debe ayudar a los soldados a luchar por control remoto en zonas urbanas de combate, según funcionarios de Defensa.
El objetivo es reducir las bajas en las zonas urbanas donde los enfrentamientos se tornan imprevisibles y traicioneros, informa Phil Mercer, corresponsal de la BBC en Australia.
El concurso está organizado por la Defence Science and Technology Organisation (Organización de Ciencia y Tecnología para la Defensa) de Australia en colaboración con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
La competición es conocida como MAGIC 2010, siglas en inglés de Reto Internacional Robótico Multi Autónomo, de acuerdo a la agencia de noticias EFE.
El "trabajo sucio"
El Gobierno quiere desarrollar un "sistema inteligente y plenamente autónomo" capaz de llevar a cabo peligrosas misiones de vigilancia.
Altos funcionarios en Canberra han dicho que esperan que los vehículos robóticos hagan parte del "trabajo sucio" del ejército en esos escenarios peligrosos.
Se busca que los robots sean capaces de trabajar en equipo en situaciones de violencia urbana, pero también en caso de incendios forestales u otras emergencias, según EFE.
Los robots no tendrían un rol de combate, sino de conseguir información y de neutralizar operaciones, explicó el Dr Vinod Puri, co-presidente de MAGIC 2010, al diario australiano The Age.
Y agregó que los ve participando en caso de inundaciones, derrames de productos químicos o donde existan explosivos sin detonar.
El mayor plan es que grupos de estos robots sean enviados a combatir para ayudar a neutralizar el enemigo, de acuerdo al corresponsal de la BBC.
Para este concurso se han ofrecido becas de investigación de US$1,4 millones. Cinco candidatos seleccionados serán invitados a presentar sus ideas en la Land Warfare Conference (Conferencia de guerra terrestre) en Brisbane, en noviembre del próximo año.Antes de llegar a esa fase tendrán que demostrar que sus prototipos pueden hacer el trabajo en una base militar en el sur de Australia, donde serán juzgados por un panel internacional de expertos militares.
Es por ello que el gobierno ha puesto en marcha un concurso multimillonario para construir una nueva generación de robots militares.
El diseño ganador debe ayudar a los soldados a luchar por control remoto en zonas urbanas de combate, según funcionarios de Defensa.
El objetivo es reducir las bajas en las zonas urbanas donde los enfrentamientos se tornan imprevisibles y traicioneros, informa Phil Mercer, corresponsal de la BBC en Australia.
El concurso está organizado por la Defence Science and Technology Organisation (Organización de Ciencia y Tecnología para la Defensa) de Australia en colaboración con las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
La competición es conocida como MAGIC 2010, siglas en inglés de Reto Internacional Robótico Multi Autónomo, de acuerdo a la agencia de noticias EFE.
El "trabajo sucio"
El Gobierno quiere desarrollar un "sistema inteligente y plenamente autónomo" capaz de llevar a cabo peligrosas misiones de vigilancia.
Altos funcionarios en Canberra han dicho que esperan que los vehículos robóticos hagan parte del "trabajo sucio" del ejército en esos escenarios peligrosos.
Se busca que los robots sean capaces de trabajar en equipo en situaciones de violencia urbana, pero también en caso de incendios forestales u otras emergencias, según EFE.
Los robots no tendrían un rol de combate, sino de conseguir información y de neutralizar operaciones, explicó el Dr Vinod Puri, co-presidente de MAGIC 2010, al diario australiano The Age.
Y agregó que los ve participando en caso de inundaciones, derrames de productos químicos o donde existan explosivos sin detonar.
El mayor plan es que grupos de estos robots sean enviados a combatir para ayudar a neutralizar el enemigo, de acuerdo al corresponsal de la BBC.
Para este concurso se han ofrecido becas de investigación de US$1,4 millones. Cinco candidatos seleccionados serán invitados a presentar sus ideas en la Land Warfare Conference (Conferencia de guerra terrestre) en Brisbane, en noviembre del próximo año.Antes de llegar a esa fase tendrán que demostrar que sus prototipos pueden hacer el trabajo en una base militar en el sur de Australia, donde serán juzgados por un panel internacional de expertos militares.
GIANCARLO MALABRIGO ZAVALETA
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